Beagle

Este sabueso alegre, inteligente y muy activo cautiva a cualquiera con sus enormes ojos suplicantes. Su origen es incierto, pero se tienen registros en Grecia de sabuesos similares desde el año 400 A.C. y se sabe que la monarquía inglesa de los siglos XIV y XV era aficionada a los beagle pequeños. Sin embargo, el desarrollo de la raza moderna comenzó en Gran Bretaña alrededor de 1830.
 
¿Es para ti?
 
El beagle es un perro muy sociable y adaptable, así que puede vivir en casi cualquier lugar y convivir con niños pequeños si éstos son respetuosos con él. Como es un perro chico a mediano, no requiere mucho espacio siempre y cuando realice dos paseos largos al día (le gusta correr, pero deberás esperar a que cumpla el año para comenzar a hacerlo de una forma más extenuante).
Siempre querrá estar cerca de la familia y hacerla feliz. Es importante tenerlo ocupado y entretenido, porque si no puede hacer destrozos en la casa.
Tira algo de pelo, pero como lo tiene corto éste no requiere de muchos cuidados, sólo un cepillado semanal (algo muy conveniente si no te gusta acicalar a tu perro todos los días). Además hay que darle un baño y recorte de uñas ocasionalmente.
Un beagle puede ser entrenado, pero no responderán con la misma obediencia que otras razas. Claro que su carácter deseosos de complacer a los que ama influirá para que haga más o menos caso a lo que se le indica, aunque buscara la forma de mantener a su manada feliz y salirse con la suya. Con un beagle hay que ser amorosos, pero muy firmes e insistente ante sus arranques de desobediencia, valora si tienes la paciencia para educarlo y lidiar con este aspecto de su personalidad sin perder los estribos.
Esta raza ladra mucho y si se queda solo seguramente emitirá insistentemente su característico canto. Considéralo si vives en un departamento y tendrás que dejarlo durante el día.