Pug

También conocido como carlino, el pug tiene un origen imperial que se remonta a la China de hace unos tres mil años, donde se pensaba que sus arrugas guardaban palabras. Esta creencia le otorgó un estatus mágico y su cuidado quedó a cargo de la familia real.
 
¿Es para ti?
 
El carácter noble y alegre del pug lo hacen un perro ideal casi para cualquier persona. Adora a los niños y les tiene mucha paciencia, pero siempre hay que enseñarles a los pequeños a respetar y cuidar a los animales.
Es una raza que requieren poco ejercicio (de 20 a 40 minutos al día), lo que puede resultar muy conveniente para familias citadinas con poco espacio y tiempo para sacarlo de paseo. Si eres muy activo y quieres que tu can te siga el ritmo, no es una raza para ti, pues su corto hocico no le permite realizar una actividad física muy vigorosa sin fatigarse.
Es un perro pequeño que adora la compañía de su manada en todo momento: será más feliz dentro de más se le incluya en las actividades familiares. Por el contrario, se entristecerá mucho si se le excluye dejándolo en el jardín o el patio.
Es necesario educarlo desde pequeño, pues tiene un carácter un tanto empecinado y su capacidad de aprendizaje no es muy alta, por lo que hay que ser muy consistentes.
Es bastante intolerante al calor, no es una raza apta para lugares con temperaturas extremas.
Es un perro con instinto guardián que ladrará cuando algún extraño invada su territorio. Ten esto en cuenta si no eres tolerante a los ladridos o vives en un edificio.
Es muy goloso, así que hay que cuidar muy bien las porciones de comida que se le dan porque fácilmente puede engordar.
No tira tanto pelo y sus requerimientos de estética y arreglo profesional son mínimos, aunque sí hay que cepillarlo de vez en cuando para mantener su manto en buen estado.