Rottweiler

Este poderoso e imponente can es descendiente de los molosos que acompañaban al ejercito romano en la época de Julio César para proteger a los soldados y cuidar del ganado con el que se alimentaban. Algunos de estos ejemplares llegaron al sur de Alemania, donde se cruzaron con perros de la región. Su nombre proviene de la ciudad de Rottweil donde se cree que se estableció la raza.
Es un can muy seguro de sí mismo, con una capacidad de aprendizaje altísima, valiente, amigable, noble, obediente, muy amoroso y protector con su manada (niños incluidos).
 
¿Es para ti?
 
Es un perro para humanos muy seguros de sí mismos, que saben ejercer su liderazgo en la manada, activos, devotos de los perros y con experiencia en la tenencia de canes. Hay que dedicarle mucho tiempo para adiestrarlo y ejercitarlo, además de que necesita atención constante, pues no le gusta estar solo.
Esta raza requiere de dos paseos vigorosos al día de por lo menos una hora cada uno.
Nunca debes dejarlo libre sin correa, pues tiene un nivel de agresividad alto con quienes no conoce o le generen desconfianza.
No es un perro que pueda vivir en un departamento, su requerimiento mínimo de espacio es de 10 m2.
Es un perro que necesita sociabilización temprana y adiestramiento profesional, pues su fuerza y carácter deben ser moldeados. Nunca lo entrenes para atacar, pues sobreestimularías su instinto protector, volviéndolo incontrolable.
Es muy amoroso con los niños, pero la interacción entre ellos debe ser siempre supervisada por un adulto (sobre todo si son menores de 10 años), pues el perro puede emocionarse mucho y derribarlos en el juego. A los niños hay que enseñarlos a tratar al can con cariño y respeto.
Ladra bastante, así que considera si este aspecto es molesto para ti o para tus vecinos.
Tira bastante pelo cuando muda de pelaje (en primavera y otoño), pero el resto del año la caída es moderada. Requiere de un cepillado semanal y baño cada vez que sea necesario (no más de una vez al mes).